Cómo funciona el leasing: distintos tipos

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Conocer cómo funciona el leasing es fundamental porque, en ocasiones, puede ser una buena financiación para tu empresa. Explicamos las ventajas, desventajas y sus distintas modalidades.

El leasing como opción de financiación: beneficios y desventajas

El leasing es, en esencia, un alquiler con opción de compra. Desde la década de 1980 se utiliza habitualmente para los vehículos de empresa, pero también se puede utilizar para bienes inmobiliarios. Hoy puedes acceder a leasing mobiliario e inmobiliario y, aunque con condiciones distintas, te puede interesar.

Las principales ventajas que tiene el leasing están relacionadas con que no asumimos gastos contables ni depreciaciones. No en vano, hay que recordar que no tenemos la obligación de adquirir el bien cuando el contrato venza. Otro aspecto es que podemos financiar el 100 % de la adquisición del bien. Finalmente, hay que mencionar las ventajas fiscales que se aplican porque el valor del bien constará como gasto. Todos estos datos son importantes para que puedas elegir con criterio esta opción.

Eso sí, es conveniente señalar que este sistema también tiene desventajas. La primera de ellas es que los intereses a pagar son mayores a la media. En segundo lugar, no podemos acceder a la propiedad hasta que finalice el contrato y, además, no se cubren los seguros ni las reparaciones. Hay, pues, unos gastos adicionales que en ningún caso deberías desdeñar. Como principio general, el leasing es recomendable solo si le vamos a hacer un uso ajustado a lo que contratamos.

 

Cómo funciona el leasing: financiero, operativo y lease-back

Hay varias modalidades de leasing y es bueno saber qué podemos esperar de cada una de ellas. Hay leasing financiero, operativo y lease-back. En función de las circunstancias de tu negocio, te interesará un formato u otro. Vamos a echar un vistazo e indicar los pros y contras de cada caso:

Leasing financiero

Cuando hay un leasing financiero, una empresa ha comprado previamente el bien para posteriormente arrendarlo. Cuando esto sucede, es importante que conste en el contrato el importe y el interés adicional.

Este tipo de leasing tiene ventajas e inconvenientes. La principal ventaja es que las empresas de leasing financiero suelen tener una cartera de bienes amplia. El principal inconveniente es que los intereses exigidos para cubrir suelen ser mayores. Es cierto que la suma puede cambiar mucho en función de la compañía, pero este aspecto no se puede descuidar.

Esta fórmula te interesará, bien si el fabricante no llega, bien si dispones de varios bienes. Llegados a este punto, deberás plantearte la posibilidad de contratar mediante esta opción.

Leasing operativo

Cuando hablamos de leasing operativo, nos referimos a cuando las empresas fabricantes o distribuidoras ofrecen directamente la opción. Esta opción suele ser útil cuando los fabricantes tienen una red establecida en un marco geográfico.

La principal ventaja del leasing operativo es que este tipo de fórmula suele tener intereses más bajos. Como es el fabricante o importador, puede ofrecer una cuota más interesante al cliente. No en vano, no tiene que aplicar un sobrecargo para garantizar su continuidad. Aunque esta posibilidad no es tan común porque hay una tendencia a delegar en financieras, podemos encontrar compañías que la ofrecen.

Lo cierto es que esta fue la primera opción que surgió y tiene un toque rudimentario. Sin embargo, no podemos negar que es una opción práctica. Si se trata de grandes empresas, será fácil negociar una buena cuota.

Lease-back

El lease-back es una opción menos común, pero puede ser interesante cuando se necesita financiación adicional. Este sistema consiste, en resumen, en que una empresa que tiene un bien lo vende a una empresa y, posteriormente, suscribe un contrato de arrendamiento. En la práctica, la empresa nunca deja de disponer del bien.

Las ventajas que ofrece esta fórmula son dos; en primer lugar, la capacidad de contar con liquidez en un momento difícil y la segunda, disponer del bien durante un tiempo determinado con la posibilidad de recuperarlo. La desventaja es obvia, puesto que se pierde la propiedad del bien a corto plazo.

Esta posibilidad es importante tenerla en cuenta. Si te fallan las formas de financiación tradicionales y tienes patrimonio, esta es una oportunidad.

Conclusión

Lo cierto es que el leasing se ha convertido en una buena posibilidad para las empresas que quieren ahorrar. Tener patrimonio, en ocasiones, no supone sino un gasto. En consecuencia, las fórmulas que están ligadas al arrendamiento son sumamente interesantes. No hay que olvidar, además, que la Administración española favorecer los contratos de leasing.

Cuando sabemos cómo funciona el leasing, lo cierto es que podemos encontrar varias posibilidades de financiación. Aunque España es, tradicionalmente, un país con cultura de propiedad, esta opción se está extendiendo. Si buscas financiación para emprender proyectos en tu empresa o ventajas fiscales o contables, no dejes de plantearte esta opción. Esta es una manera de mejorar en tu día a día.

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