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¿Qué es el Renting para empresas?

El Renting es un tipo de arrendamiento operativo que permite alquilar un bien no inmobiliario durante un periodo que suele ser entre los 2 y 5 años mediante el pago de una cuota periódica (pactada por ambas partes tanto el importe como su periodicidad). El Renting no incluye una opción final de compra, por lo que el arrendatario devolverá el producto al finalizar el contrato además de que está exento de cargar con los costes de mantenimiento y reparación del producto salvo en el caso de que estos se deban a un mal uso del mismo.

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¿Cómo funciona el Renting?

El Renting es un instrumento de arrendamiento financiero de bienes muebles (como puede ser el ejemplo de un coche), que no está limitado a empresas o trabajadores autónomos. Esto quiere decir que cualquier persona podrá aprovecharse de las ventajas que este instrumento ofrece, aunque en realidad son las pymes las que más suelen recurrir a estas soluciones. La finalidad de este tipo de arrendamiento es que mediante el pago de una serie de cuotas fijas durante un periodo previamente estipulado se amortice la utilidad del producto, sin llegar a una compra final como ocurre en el caso del leasing financiero.  La adquisición o compra del producto se lleva a cabo por parte de la entidad financiera en el caso de que ella misma no disponga de él en stock y posteriormente es ofrecido mediante un contrato de alquiler a la persona o empresa interesada.

El contrato de arrendamiento se realiza para una duración de entre 2 y 5 años, aunque un error común es firmar un contrato por un tiempo superior al ciclo de vida del producto, lo que supone un fallo pues el arrendatario puede salir perdiendo en el sentido de que en ese periodo puede adquirir otro producto que supere las características del anterior. Esto se produce sobre todo en los casos en los que el Renting se utiliza para adquirir aparatos tecnológicos, los cuales alrededor de los 2 años posteriores a su compra suelen quedar obsoletos. Por tanto, no tendría sentido un contrato por un producto así durante 4 años por ejemplo.

La particularidad del Renting, además de que no incluye la opción de compra del producto al finalizar el contrato, es que la entidad de renting es la que se hace cargo de gastos como el mantenimiento y reparación del producto siempre y cuando se deriven de un uso natural del mismo. Si esas reparaciones se derivan de un uso no estipulado en las cláusulas del contrato la entidad no se hará responsable de las necesidades del producto. Además de esto, el arrendador también se hará cargo de los costes del seguro o de las revisiones que requiera la marca (en el caso de vehículos), pero no de otros gastos como puede ser el ejemplo de la gasolina o las multas de tráfico.

El Renting puede ser una solución para adquirir casi cualquier bien, aunque lo más común es recurrir a ello cuando se necesita adquirir un producto de alto coste como son vehículos o aparatos tecnológicos y maquinaria y la empresa o autónomo no tiene la capacidad inicial suficiente para hacer frente a tal gasto. Aunque no tener posesión del bien pueda suponer una desventaja en un principio, lo cierto es que supone un beneficio en cuestiones fiscales, pues el bien no figuraría como posesión de la empresa y así se obtiene una mayor liquidez y una mayor capacidad de endeudamiento en el caso de que fuese necesario.

Recurrir al Renting financiero resulta muy ventajoso en el caso de que queramos disponer de una cobertura completa mientras disfrutamos del uso del producto en cuestión, por eso es muy común que las empresas recurran a esta solución frente al Leasing, con el cual no se gozan de las mismas ventajas como es el caso del coste de mantenimiento de los productos.

Ventajas del Renting

  • Contrato no limitado a empresas y autónomos
  • La propiedad del bien la mantiene el arrendador, por lo que supone un importante ahorro en cuestiones fiscales y de mantenimiento para el arrendatario
  • Financiación completa del coste del producto
  • Financiación durante el ciclo de vida útil del producto

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