Financiación de Inventarios

El financiamiento por inventario es un recurso muy común al que acceden las empresas de productos de consumo o concesionarios, con el fin de entregar sus productos en inventario como garantía para obtener un préstamo y disponer de la liquidez que mantener esos productos inmovilizados les priva.

Cuando una empresa necesita disponer de liquidez para su expansión, solicitar financiación por inventario es una práctica muy común antes que acudir a una entidad bancaria tradicional. La forma de funcionamiento de este procedimiento no es más que obtener un crédito por valor de los productos que se encuentran inmovilizados en almacén y así utilizar ese dinero para realizar la expansión que precise la empresa, como puede ser un aumento de inventario por un aumento de las ventas previsto.

Una vez que los productos comienzan a comerciarse, el empresario puede pagar la parte proporcional del crédito concedido relacionada con el producto en cuestión que se haya vendido, o bien, utilizar el dinero para comprar más inventario (como puede ocurrir en el caso de un concesionario que necesita más coches para atender a las solicitudes de sus clientes).

En el momento en el que el crédito es concedido, el acreedor precisa firmar un contrato en el que obtiene la potestad de los productos que se encuentran en el inventario, con el fin de poder disponer de ellos si se da el caso de que no se puede hacer frente a los pagos establecidos en el contrato del crédito que se han concedido. Básicamente en lo que consiste este tipo de financiación es en una especie de empeño de los productos de los que dispone una empresa y que su fin es que sean comerciados.

Antes de realizar la negociación, se hará una comprobación de que los productos que se van a entregar como garantía para el préstamo son duraderos, identificables y que vayan a ser vendidos al precio que estipule el mercado. Lo cierto es que los productos en almacén suelen reducir su valor en mercado, sobre todo cuando se trata del caso de los automóviles, por lo que el préstamo no podrá alcanzar el valor total de los productos.

El mejor momento para solicitar este tipo de préstamos es si el inventario del que dispone la empresa se está vendiendo de forma positiva y se prevé un aumento de las ventas próximas, puesto que en el caso de que el inventario no se esté vendiendo como es debido puede que no encuentre un prestamista que esté dispuesto a conceder el crédito.

Durante la duración del contrato de financiación es necesario que la empresa desarrolle un seguimiento de los productos que allí se encuentran e incluso el acreedor puede realizar estas inspecciones con el fin de comprobar que su préstamo está funcionando como es debido y el valor de los productos se está conservando.

Además es imprescindible presentar un proyecto de negocios al acreedor para comunicar cómo se va a invertir el préstamo además de especificar cómo tiene pensado devolver el dinero que le ha sido concedido.