El leasing es una opción para que las empresas hagan uso de un bien con posibilidad de compra. La posibilidad del leasing financiero está sujeta a una serie de condiciones de las que hay que ser conocedor.
Índice
Las distintas tipologías de leasing
El leasing puede ser de tres tipos, operativo, lease-back y financiero. El primer caso es el de las empresas fabricantes o distribuidoras que ofrecen esta opción y el segundo es una venta y posterior arrendamiento de un bien que nos pertenecía.
El leasing financiero, en cambio, es la opción más profesionalizada de las que existen. Este tipo de operaciones solo las pueden realizar empresas autorizadas y que se dediquen específicamente a ello sin ser fabricantes ni distribuidoras. En la práctica, suelen ser financieras, bancos o cajas de ahorros. El resultado es que los precios suelen ser más económicos y se ofrece un leasing más accesible para el cliente.
El leasing financiero es una modalidad que está condicionada al uso pero que no cubre los costes del mantenimiento ni las reparaciones. Esto implica que la persona que utiliza el bien ha de ocuparse de estas cuestiones. Si bien es cierto que, a la larga, el precio de compra es reducido, tienes que considerar si es la fórmula que te interesa.
Los dos tipos de leasing financiero: características y usos
Otro aspecto a recordar es que el cliente no tiene derecho a renunciar al alquiler sin pactarlo con su arrendador. El leasing financiero puede ser de dos clases en función del bien: mobiliario e inmobiliario. Vamos a señalar las características de cada una de estas posibilidades:
Leasing mobiliario
El leasing mobiliario es una fórmula para quien necesita utilizar muebles de oficina pero no quiere comprarlos a corto plazo. Esta opción engloba sillas, mesas y los equipos informáticos. En caso de que nos interese, podremos comprar por un valor residual los bienes y ejercer la plena propiedad. Esta es una buena opción para los negocios que están empezando o cuando no se quieren correr muchos riesgos de entrada. El plazo mínimo para suscribir un contrato con este formato es de 2 años.
No ha de extrañar que interese este formato porque algunos bienes como los equipos informáticos se deprecian con suma facilidad y en muy poco tiempo. En consecuencia, interesa evitar estas situaciones y ganar en seguridad. Lo cierto es que esta es la posibilidad que más se utiliza porque no requiere de grandes gastos en PYMES.
Leasing inmobiliario
El leasing inmobiliario es aquel que se aplica para edificios de oficinas o locales comerciales. Esta modalidad es mucho menos habitual porque está condicionada a un mínimo de 10 años. Solo cuando pase este periodo, el arrendatario podrá comprar el inmueble o devolverlo. En cualquier caso, la posibilidad de poder no asumir la compra es atractiva para varios negocios o profesionales.
La inmensa mayoría de las veces hay una compra, pero esta es una forma de minimizar riesgos ante situaciones de incertidumbre. Hay negocios que no salen adelante y, por lo tanto, no conviene estirar los contratos.
¿Cuándo nos interesa un leasing financiero?
Este tipo de leasing nos puede interesar si se dan una serie de circunstancias. Destacamos las más importantes:
Incertidumbre
La inversión en bienes de equipo o inmobiliarios es una apuesta a medio y largo plazo. No en vano, no ha de extrañar que se busque estabilidad. Si la situación es incierta, puede ser interesante contar con esta opción para no tener que asumir la propiedad obligatoriamente cuando venza el contrato. Esta es, pues, una manera de evitar riesgos ante situaciones poco claras. Es conveniente que tengas en cuenta, no obstante, que este formato está concebido para que compres el bien.
Uso intensivo de equipos informáticos o vehículos
Las empresas que hagan un uso intensivo de los equipos informáticos o vehículos están expuestas a que estos pierdan valor con mucha facilidad. El primer año de un uso, aunque estén en perfecto estado, ya habrán perdido entre un 20 y un 25 %. En muchos casos, es mejor firmar un contrato de leasing y, cuando éste venza, optar, bien por comprar, bien por cambiar por un equipo nuevo.
Ahorro fiscal
Tienes la posibilidad de deducirte los gastos correspondientes a la cuota que estás pagando. Si lo que quieres es ahorrar para tu empresa u organización, esta es una manera de hacerlo. El Impuesto sobre Sociedades (IS) o el IRPF pueden aplicar deducciones. Este es uno de los motivos por los que te puede interesar el leasing financiero.
Conclusión
El leasing financiero es una de las posibilidades para financiar la adquisición de un bien a plazos. Las ventajas fiscales que proporciona y la libertad de poder cambiar una vez que finalice el contrato son dos ventajas importantes. Esta es una de las maneras de ir un paso por delante de la competencia porque no gastaremos más de lo necesario.