La propuesta de compra lanzada por el BBVA al Banco Sabadell ha sido uno de los movimientos más significativos en el sector bancario español de los últimos años. Con esta operación se refuerza la idea de que la industria sigue un proceso de consolidación que afecta a la empresa española de cara a la concesión de créditos.
En primera instancia, el Consejo de Administración del Banco Sabadell rechazó la oferta inicial de fusión, lo cual ha provocado que el BBVA haya lanzazo una OPA hostil (la primera en casi 40 años entre bancos españoles).
Según publica el diario Cinco Días, el 4 de junio se presentó la solicitud de autorización al Banco Central Europeo para que se pueda llevar a cabo la OPA. También ha solicitado permiso a los demás organismos reguladores, como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Así pues, el BBVA necesita obtener la aprobación por parte de las autoridades regulatorias y convencer a los accionistas del Banco Sabadell para que se produzca la absorción.
Sin embargo, el BCE tiene como función principal el afianzamiento de la estabilidad del sistema financiero y su decisión se basará en un estudio de la solvencia de la entidad una vez llevada a cabo la operación. Es decir, no debería suponer un obstáculo a priori.
No obstante, habrá que esperar hasta el 5 de julio, cuando el banco comandado por Carlos Torres Vila tiene prevista la convocatoria de una junta general extraordinaria que tiene por objeto aprobar una ampliación de capital para llevar a cabo la compra de acciones del Sabadell.
De cualquier modo, en caso de llevarse a cabo la operación, según afirman desde fuentes gubernamentales, podría afectar a la prestación de servicios bancarios
Índice
Consecuencias en el acceso a créditos para empresas
Basta atender a las declaraciones del Ministerio de Economía a la operación que pretende llevar a cabo el BBVA para dilucidar las consecuencias que tiene en relación con el crédito y las necesidades financieras empresariales:
- «introduce efectos lesivos potenciales en el sistema financiero español»
- “incremento del nivel de concentración que podría tener impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros»
A decir verdad, este tipo de operaciones es síntoma de la buena marcha para el sector bancario.
Sin embargo, si se diese la fusión entre BBVA y el Banco Sabadell, el sistema bancario español pasaría a estar polarizado; tan solo 3 entidades tendrían el 67% de la cuota de depósitos y el 60% de los activos (Banco Santander, BBVA y Caixabank). Y ello tiene repercusiones en el ámbito de la financiación empresarial:
- Se reduce la oferta de productos financieros disponibles.
- La disminución de competencia puede provocar un coste financiero más elevado, puesto que los agentes tienen mayores capacidades de fijar precios y adquieren mayor capacidad negociadora.
BBVA acortaría la distancia que le separa con el Banco Santander (si no llega a posicionarse como líder en la industria) y adquiriría una mayor capacidad de distribuir sus productos enfocados a las pymes.
En síntesis, la fusión entre el BBVA y el Banco Sabadell puede reducir el acceso al crédito debido a que las entidades bancarias ganan poder para la imposición de requisitos más estrictos y condiciones que les resulten más rentables.
Ante este paradigma, la financiación alternativa representa una salida para las empresas, dado que consigue poner freno a la dictadura del sistema bancario tradicional. Es más, este tipo de financiamiento cada vez está cobrando más relevancia y atractivo en España desde el estallido de la crisis financiera de 2008.
Conclusión: ventajas de la financiación alternativa
La consolidación bancaria, como la posible fusión entre BBVA y Banco Sabadell, puede traer consigo una concentración que limite el acceso al crédito y aumente las exigencias para las empresas, especialmente las pymes. En un contexto donde las opciones bancarias tradicionales se reducen y las condiciones se endurecen, la financiación alternativa surge como una solución clave. Esta opción no solo diversifica las fuentes de financiamiento, sino que también facilita el acceso a capital sin depender exclusivamente de las instituciones bancarias tradicionales.
La financiación alternativa ofrece a las empresas la flexibilidad de optar por productos financieros más personalizados, con menores barreras de acceso y condiciones más competitivas. Además, permite explorar opciones como el crowdlending, la financiación por inversores privados, o fondos especializados, que pueden ser cruciales para empresas que necesitan mayor agilidad y diversidad en sus fuentes de capital.
En este contexto, Alter Finance juega un papel fundamental. A través de su red de inversores, Alter Finance ayuda a las empresas a conectar con fuentes de financiación alternativas, ofreciéndoles una vía eficiente para acceder a capital adaptado a sus necesidades. La experiencia y enfoque de Alter Finance en el análisis y la estructuración de soluciones financieras brindan a las empresas la posibilidad de sortear las dificultades impuestas por las grandes fusiones bancarias, ayudándoles a mantener su liquidez y financiar su crecimiento sin quedar atrapadas en las limitaciones del sistema bancario tradicional.